MARCADORES DEL DISCURSO
Los
marcadores del discurso, también llamados enlaces extraoracionales
por Gili Gaya o Fuentes, o conectores argumentativos,extraoracionales,
procesadores textuales, etc., son unidades lingüísticas invariables, no ejercen
una función sintáctica en el marco de la predicación oracional —son, pues,
elementos marginales— y poseen un cometido coincidente en el discurso: el de
guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y
pragmáticas, las inferencias que se realizan en la comunicación (Ignacio Bosque
y Violeta Demonte, Gramática descriptiva, p. 4057).
En
suma, unen de forma explícita segmentos textuales (enunciados o grupos de
enunciados) y establecen entre ellos distintas relaciones semánticas (de significado)
y pragmáticas (cómo influye el contexto en la interpretación del enunciado).
Con frecuencia no son necesarios para comprender el contenido del texto, pero
lo habitual es que aparezcan para que sepamos interpretar el enunciado que
introducen con respecto al anterior.
Pueden
ser conjunciones (porque, aunque), adverbios (entonces,además),
locuciones adverbiales (en conclusión)...
Características
Samuel Gili Gaya señalaba ya algunas de ellas:
- Su vinculación a
nociones externas a la predicación oracional.
- Su carácter
invariable.
- La
heterogeneidad de su entidad categorial: conjunciones, frases conjuntivas, interjecciones,
etc.
- La versatilidad
distribucional de muchos de ellos (ocupan la posición inicial, medial o
final del miembro discursivo en el que comparecen).
- Su peculiaridad
significativa: contribuyen a establecer lo que el autor denomina coherencia,
y alcanzan una pluralidad de valores semánticos
en combinación, frecuentemente, con los rasgos suprasegmentales adecuados
(la entonación,
sobre todo).
- Pueden asignarse
a registros distintos (en unos casos son más propios del discurso escrito
—sin embargo, no obstante, por consiguiente...— y en
otros son más bien propios del discurso oral: pues, así que,
etc.).
- Llegan a
constituir meros apoyos de la elocución
o «muletillas» en el habla coloquial.
Que
es invariable, puede verse en que no es lo mismo decir: «Lucía está lesionada
y, por consiguiente, no puede jugar» que «Lucía está lesionada y, por este
motivo, no puede jugar», ya que «por consiguiente» no desempeña función
sintáctica alguna ni admite flexión (*por consiguientes) o complementos,
como sí puede hacerlo «por este motivo», que admite plural o puede reformularse
con complementos «hasta por estos pequeños motivos». En consecuencia, no puede
decirse que «por este motivo» y expresiones semejantes sean verdaderos
marcadores del discurso.
Ahora
bien, los marcadores del discurso pueden aparecer desempeñando funciones
sintácticas, pero ya no como marcadores del discurso: «Lo haré bien» / «Bien,
lo haré». — «Lo haré en cualquier caso» / «En cualquier caso, lo haré». — «No
tiene por qué responder así» / «Así, no tiene por qué responder». — «Lo dijo en
una palabra» / «En una palabra, lo dijo».
Los
marcadores del discurso se diferencian de las conjunciones
en que no siempre se sitúan al principio del texto, sino
que poseen una mayor movilidad, si bien muchos de ellos se sitúan allí
obligatoriamente; por otra parte, no admiten negación, ni —entre sí— coordinación:
*bueno y por tanto, aunque pueden coordinarse con sintagmas
ubicados en inciso en el caso de que sean adverbios
marcadores: «La cultura es además, y sobre todo, actualidad». «De hecho, y a
pesar de que se verían infinidad de veces, nunca se referirían a aquel hecho
sobrenatural».
Tipología
María
Antonia Martín y José
Portolés distinguen cinco tipos de marcadores discursivos, cada uno con sus
diversos subtipos: estructuradores de la información, conectores,
reformuladores, operadores argumentativos y marcadores conversacionales.
- Estructuradores
de la información (comentadores, ordenadores de apertura, de
continuidad y de cierre, digresores, comentadores)
- Conectores (aditivos,
consecutivos y contraargumentativo)
- Reformuladores (explicativos,
rectificativos, distanciadores, recapitulativos)
- Operadores
argumentativos
(de refuerzo y concreción)
- Marcadores
conversacionales
(epistémicos —de evidencia o bien orientadores de fuente— y deónticos,
enfocadores de alteridad y metadiscursivos conversacionales).
Estructuradores de la
información
Para
desarrollar la información contenida en un discurso:
- Comentadores, que «presentan
un nuevo comentario»: pues (sin pausa después), pues bien,
(que asume lo anterior para lo que sigue) así las cosas (que no
asume lo anterior para lo que sigue), dicho esto/eso, etc.
— ¿Conocía a
Soleiro?
— ¿Un cojo que iba
a Mondoñedo al mercado?
— El mismo. Puesse
le apareció a su mujer en forma de cuervo.
- Ordenadores, que «agrupan
varios miembros como partes de un solo comentario; de uso más frecuente en
el texto escrito que en el oral». Por lo general se basan en la numeración
(primero ... segundo), en el espacio (por un lado ...
por otro lado, por una parte ... por otra; de un
lado ... de otro) o en el tiempo (después, luego,
en fin, finalmente, ...). Algunos de ellos forman pares
correlativos, incluso mixtos de espacio y número o tiempo.
Hay
de tres tipos:
- Ordenadores que
marcan apertura.
Sirven para abrir una serie: en primer lugar, primeramente,
por una parte, por un lado, de una parte, de un
lado, ...
- Ordenadores que
marcan continuidad. Indican que el miembro al que acompañan forma
parte de una serie de la que no es el principio: en
segundo/tercer/cuarto... lugar, por otra (parte), por otro
(lado), por su parte, de otra (parte), de otro
(lado), asimismo, igualmente, de igual
forma/modo/manera, luego, después, ...
- Ordenadores que
marcan cierre.
Señalan el fin de una serie discursiva: por último, en último
lugar, en último término, en fin, por fin, finalmente.
Algunos
ordenadores, si van en incisos,
se aproximan a los digresores, como es el caso de por otra parte, por
otro lado y por lo demás.
«Por
su parte» carece de marcador de apertura y no se encuentra totalmente
gramaticalizado como tal.
El
marcador de cierre «por lo demás» jerarquiza su miembro como de menor
importancia que los anteriores.
«En
parte» se repite en el discurso como marcador de apertura el primero y de
continuidad el segundo.
«De
igual modo/forma/manera/suerte» están también poco gramaticalizados.
- Digresores; «introducen un
comentario lateral en relación con el tópico principal del discurso»: por
cierto, a propósito, a todo esto (que introduce un
miembro que pide información que en ese momento del discurso ya se debería
conocer) y, menos gramaticalizados, dicho sea de paso, dicho sea,
entre paréntesis, otra cosa (que sirve para introducir otro
tema sin ceder el turno de palabra), etc.
Conectores
Son
«unos marcadores discursivos que vinculan semántica y pragmáticamente un
miembro del discurso con otro anterior». A veces, el primer miembro puede ser
situacional o contextual, implícito. Un niño puede mostrarle a otro su coche de
juguete y decirle «Además, tiene sirena».
- Conectores
aditivos,
que «unen a un miembro discursivo anterior otro con la misma orientación
argumentativa», lo que permite inferir conclusiones que de otro modo no se
alcanzarían. Hay de dos tipos:
- Los que ordenan
ambos miembros discursivos en la misma escala argumentativa (incluso
—que indica que el argumento que sigue es más fuerte que el primero: por
eso puede decirse: «Debemos llevar al niño al hospital. Tiene mucha
fiebre e, incluso, ha comenzado a delirar», pero no *«Debemos
llevar al niño al hospital, ha comenzado a delirar e, incluso,
tiene mucha fiebre»—, inclusive y es más —que también
potencia el argumento siguiente respecto al que precede—).
- Los que no
cumplen esta condición (además, y encima —que presenta el
miembro anterior como argumento suficiente para una conclusión
determinada y, a diferencia de «además», puede incluir una conclusión
opuesta: «Se te compra una cosa y, encima, lloras»—, aparte
—propio de la lengua coloquial: «No iré a ver esa película. Es larga y
aburrida. Aparte, he quedado para ir a la disco»—, por
añadidura (que conecta con un miembro anterior y más frecuentemente
con una serie anterior de ellos).
- Conectores
consecutivos,
que «presentan el miembro del discurso en el que se encuentran como una
consecuencia de un miembro anterior»: pues, así pues, por
tanto, por consiguiente, consiguientemente, consecuentemente,
por ende y de ahí); en consecuencia y de resultas
(donde el consecuente es un estado de cosas que se produce a partir de
otro estado de cosas), así, entonces, ...
- Conectores
contraargumentativos, que «vinculan dos miembros del discurso de tal
modo que el segundo se presenta como supresor o atenuador de alguna
conclusión que se pudiera obtener del primero»: en cambio, por
el contrario e y por el contrario (que muestran contraste o
contradicción entre los miembros vinculados), antes bien (cuyo
miembro discursivo comenta el mismo tópico que el miembro anterior), sin
embargo, no obstante, con todo, empero, ahora
bien y ahora (que introducen conclusiones contrarias a las
esperadas de un primer miembro), y eso sí, que «muestra un miembro
discursivo que atenúa la fuerza argumentativa del miembro anterior».
Reformuladores
Son
«marcadores que presentan el miembro del discurso que introducen como una nueva
formulación de un miembro anterior».
- Reformuladores
explicativos:
o sea, es decir, esto es, a saber; en otras
palabras, en otros términos, dicho con/en otros términos,
(dicho) con otras palabras, dicho de otra manera/modo/forma,
etc.
- Reformuladores
rectificativos,
que «sustituyen un primer miembro, que presentan como una formulación
incorrecta, por otra que la corrige, o al menos la mejora»: mejor dicho,
mejor aún, más bien y digo —como inciso, menos
gramaticalizado—, precedidos de «o» o «no».
- Reformuladores
de distanciamiento, que «presentan como no relevante un miembro del
discurso anterior a aquel que los acoge. Con ellos no se pretende formular
de nuevo lo antes dicho, sino mostrar la nueva formulación como aquella
que ha de condicionar la prosecución del discurso, al tiempo que se priva
de pertinencia el miembro discursivo que le precede»: en cualquier caso,
en todo caso, de todos modos/maneras/formas, de cualquier
modo/manera/forma (menos frecuentes), de cualquier suerte, de
todas suertes (arcaicos), ...
- Reformuladores
recapitulativos,
que «presentan su miembro del discurso como una conclusión o
recapitulación a partir de un miembro anterior o de una serie de ellos»: en
suma, en conclusión, en resumen, en síntesis, en
resolución; en una palabra, en dos palabras, en pocas
palabras —que presentan el miembro como una condensación de miembros
anteriores—; en resumidas cuentas, en definitiva y a fin
de cuentas, en fin; total —que se usa de dos formas: sea
para presentar la exposición antecedente como innecesariamente prolija,
sea como operador discursivo para reformular miembros implícitos y
reforzar como argumento el miembro discursivo que introduce—; al fin y
al cabo, después de todo (que indican que el miembro en que se
encuentran tiene más fuerza argumentativa que otros miembros anteriores
antiorientados con él, como algunas veces también en realidad y en
el fondo), ...
Operadores argumentativos
Los
operadores argumentativos «son aquellos marcadores que por su significado
condicionan las posibilidades argumentativas del miembro del discurso en que se
incluyen, pero sin relacionarlo con otro miembro anterior».
- Operadores de
refuerzo argumentativo, cuyo «significado consiste esencialmente en
reforzar como argumento el miembro del discurso en el que se encuentran».
De este modo, y al tiempo que se refuerza su argumento, se limitan los
otros como desencadenantes de posibles conclusiones: en realidad
—que distingue a otro argumento como «apariencia»—, en el fondo
—que presenta a un argumento con mayor fuerza que otro meramente
«posible»—, de hecho —que presenta a un argumento como un hecho
cierto y por lo tanto con más fuerza que otro discutible o probable—, etc.
- Operadores de
concreción,
que «presentan el miembro del discurso que los incluye como una concreción
o ejemplo de una expresión más general»: por ejemplo, verbigracia,
en concreto, en particular, por caso.
Marcadores conversacionales
Estos
se distinguen de los de la lengua escrita en que a su función «informativa» o
«transaccional» suman otra función «interactiva» o «interaccional» orientada
hacia el interlocutor. En la conversación hay, pues, que distinguir
«modalidades» frente a «contenidos proposicionales» o, en la terminología de
los llamados «actos de habla», la fuerza ilocutiva de los contenidos locutivos.
Dos grandes tipos de modalidad establecen los autores:
- La modalidad
epistémica, «que se refiere a nociones que guardan relación: a) con la
posibilidad o con la necesidad, b) con la evidencia, sobre todo a través
de los sentidos; c) con lo oído decir o expresado por otros»,
etc.</br>Sus marcadores son del tipo de en efecto, claro,
por lo visto...
- La modalidad
deóntica, «que incluye actitudes que tienen que ver con la voluntad o
con lo afectivo».
Sus marcadores son del tipo de bueno, bien...
- De modalidad
epistémica
—que se usan en enunciados declarativos—.
- Marcadores de
evidencia
(reforzadores de las aserciones «sí» o «no», y algunos tematizándolos con
«que»): claro, desde luego, por supuesto, naturalmente
y sin duda —menos gramaticalizado, pues admite variantes como sin
duda alguna / ninguna / de ningún género, etc.—. Otro
grupo no puede hacerlo: en efecto, efectivamente...
- Marcadores
orientativos sobre la fuente del mensaje (el hablante
presenta el discurso como algo que refleja su propia opinión, o bien lo
refiere como algo que ha oído decir, que conoce a través de otros y que
transmite como una opinión ajena): por lo visto, al parecer,
menos gramaticalizado y menos coloquial (tiene las variantes a mi
parecer, al parecer de unos y de otros, según parece,
a lo que parece...).
- De modalidad
deóntica
(reflejan actitudes del hablante relacionadas con la expresión de la
voluntad (o de lo afectivo): estos marcadores indican si el hablante
acepta, admite, consiente o no lo que se infiere del fragmento de discurso
al que remiten; van separados por una pausa más marcada y pueden alternar
con otros procedimientos expresivos: los verbos realizativos acepto,
consiento, admito, construcciones verbales del estilo de bien
está, está bien, bueno está, etc.).</br>Ejemplos: bueno,
bien; vale, de acuerdo, conforme, perfectamente,
cabalmente, antiguo cabalito, y los hispanoamericanos definitivamente
y okey. No son marcadores del discurso expresiones como «venga»,
«en absoluto», «ni hablar», etc.
- Enfocadores de
alteridad, que apuntan al oyente (hombre, mira, oye,
oye, mira) o menos frecuentemente a ambos interlocutores (vamos)
y sirven, sí, para comentar el fragmento del discurso al que remiten
—para mostrar la actitud del hablante respecto de éste—, pero sobre todo
para señalar el enfoque de las relaciones que mantiene el hablante con el
oyente: amistosas, corteses, etc.</br>Bueno —en un uso
distinto al deóntico y al metadiscursivo, pues sólo sirve para reforzar
la imagen positiva del hablante—, vamos, con uso similar y además
para favorecer la comunión de los hablantes en el discurso, mira, mire,
oye, oiga. También se suelen usar formas verbales en
segunda persona: ves, verás, escucha, fíjate,
sabes, entiendes, que reflejan signos claros de gramaticalización,
y expresiones como ¿no?, ¿verdad?, ¿eh?, etc. Por
favor, en inciso, es también un marcador del discurso enfocador de la
alteridad muy gramaticalizado.
- Metadiscursivos
conversacionales trazan el esfuerzo que realizan los hablantes para
formular e ir organizando su discurso, como signos de puntuación para el
descanso. Ya,
Clasificación por función
Marcadores que estructuran el
discurso
•
Iniciadores: para empezar
•
Enumeradores: en primer lugar, en segundo lugar
•
Digresores: a propósito, por cierto, a todo esto
•
Finalizadores: por último, en último término, en fin, finalmente
•
Continuativos: entonces, así pues, de modo que, pues
bien, conque
•
Conclusivos: en consecuencia, en conclusión, en resumen, por
tanto
Conectores que unen dos
segmentos textuales
•
Aditivos: además, incluso, asimismo
•
Contraargumentativos: sin embargo, no obstante, por el
contrario
•
Consecutivos: por tanto, por consiguiente, en consecuencia,
entonces, en efecto, de ahí
Marcadores que indican la
posición del hablante hacia la continuación del discurso
•
Indicativos de opinión: desde mi punto de vista, en mi opinión
•
Reformuladores explicativos: es decir, o sea, total, en
otras palabras, por ejemplo
Marcadores conversacionales
para mostrar el seguimiento del discurso
•
Iniciativos: mire usted, a ver, ¿sabes qué?
•
Enfáticos: claro que sí, no faltaría más
•
Aprobativos: bueno, perfecto, vale, bien, de
acuerdo
•
Afirmativos: evidentemente, por supuesto, en efecto
•
Apelativos: mira, oye, escucha, fíjate
•
Comprobativos: ¿verdad?, ¿me sigues?, ¿me entiendes?, ¿vale?