Comentario del
SONETO XIII
de
GARCILASO de la VEGA
“APOLO Y DAFNE”
1.) Localización.
Este soneto fue escrito por
Garcilaso de la Vega (1501-1536), autor castellano,
introductor del petrarquismo en la literatura castellana. El
género y subgénero que dicho autor cultiva durante la
primera parte del Renacimiento (movimiento literario al que
pertenece, siglo XVI), es la poesía lírica basada en el
“Locus amoenus”.
2.) Estructura externa e interna.
Al
ser un soneto, la estructura externa consta de dos cuartetos
y dos tercetos. Los versos son endecasílabos con rima
consonante ABBA ABBA CDE CDE. En cuanto a su estructura
interna, el poema se divide en tres partes: la primera
abarca los dos cuartetos, en los que se nos describe la
transformación de Dafne en laurel. La segunda parte incluye
el primer terceto, en el que se nos habla del amor, del
causante del estado de Dafne, y es donde se concentra el
tema principal: la tristeza por el “no” de la amada. Y
finalmente, el último terceto es como una pequeña
conclusión, en la que predomina la función emotiva.
3.) Explicación del contenido.
Este
soneto hace referencia a unos tópicos del petrarquismo, que
son el amor no correspondido y el ideal no alcanzado, usando
la mitología, en este caso la historia de Dafne y Apolo:
justo antes de que Apolo pueda alcanzar a su amada Dafne,
ésta (que no estaba enamorada de Apolo) pide ayuda a su
padre, el dios río Peneo, y éste la transforma en laurel.
Con las lágrimas de Apolo, Dafne crece. En el soneto,
Garcilaso explica la transformación de Dafne en laurel, las
consecuencias de este cambio y cómo Apolo llora por esta
causa. Atendiendo al transcurso de la historia mitológica,
observamos que Garcilaso da comienzo a su poema a mitad del
relato, que es casualmente la parte en la que él se siente
más identificado con el dolor de Apolo por la pérdida de su
amada.
4.) Tema.
El
tema del soneto es el amor como causante de un mal, en este
caso, la transformación de Dafne en laurel y la frustración
por no conseguir lo que se quiere (dolor por un amor no
correspondido y la utilización de la mitología). Garcilaso
se vale de esta historia para comparar el dolor de Apolo con
el suyo, por la pérdida de un ser muy querido.
5.) Comentario lingüístico.
El
verbo “mostraban”, que aparece al final del segundo verso en
el primer cuarteto, subraya la idea de la escena que se
contempla. La escena es contemplada por el poeta y por el
lector. En el tercer verso, aparece el verbo “vi”,
fundamental para identificar al narrador de la historia.
Según esto, sería el propio autor, identificado con el dolor
de Apolo. La escena se presenta lenta para mostrar los
momentos de tragedia que para Apolo supusieron eternos. El
verbo por excelencia que detiene y hace que la escena se
detenga, es el Pretérito Imperfecto (crecían, mostraban,
cubrían…). Es típico de la sintaxis latina colocar el
verbo al final de las frases (A
Dafne ya los brazos le crecían […] los cabellos que el oro
escurecían…). El verbo
“fue”, aparece en el primer verso del primer terceto, como
una palabra que sirve para indicar la fugacidad del
relámpago del dolor que atravesó el corazón de Apolo, así
como la repetición del “Oh…” en el primer verso del segundo
terceto, que acentúa aún más el mal estado en el que se
encontraba.
6.) Comentario literario.
La
figura literaria más importante que engloba a la totalidad
del poema es la personificación. Comenzando por los dos
primeros cuartetos, cabe destacar el uso de muchos epítetos
(verdes hojas, áspera corteza, torcidas raíces…) para
remarcar aún más esta transformación. También se puede
entrever una evocación del tópico de la “descriptio
puellae” ya que nos dice que el cabello de la muchacha
es rubio muy claro, usando metáforas y a la vez hipérboles
“los cabellos que al oro escurecían” y diciéndonos
que la piel de Dafne es blanca, “los pies blancos”,
que a la vez es un tópico del Renacimiento (mujer de piel
blanca, ojos claros, cabello rubio...). En cada verso hay un
hipérbaton y se usan palabras de un mismo campo semántico (hojas,
ramas, raíces/ llorar, llorarla, lloraba). Se produce en
ambos cuartetos una alteración del orden lógico de la
oración. Es lo que denominamos hipérbaton. En el verso 6, se
nos presenta una antítesis (y en torcidas raíces se
volvían), que enfrenta el significado de las palabras
que son totalmente opuestas. En el verso 11 aparece una
hipérbole (este árbol que con lágrimas regaba) y en
el segundo terceto, se utilizan bimembres (la causa y la
razón porque lloraba): la causa y la razón del
hecho están juntas.
7.) Comentario crítico.
Lo más destacado de este soneto es
que en él aparecen casi todos los tópicos del Renacimiento:
tópicos mitológicos, “descriptio puellae”, el tópico
de la mujer del Renacimiento o ideal de belleza, el
petrarquismo: amor no correspondido, ideal no alcanzado,
aparece la naturaleza, etc. Por eso hay que destacar la
figura de Garcilaso de la Vega como uno de los grandes
poetas del Renacimiento.
Este poema se encuadra dentro de la
tercera etapa de la corta e intensa obra de Garcilaso de la
Vega: la plenitud. A raíz de la muerte de Isabel Freyre,
Garcilaso compuso algunas de sus creaciones más bellas. En
este caso, el autor, tal y como se ha mencionado
anteriormente, utiliza el dolor de Apolo, para identificarlo
con el suyo propio, o bien por el amor no correspondido, o
más acertadamente, por la muerte del amor que tan
apasionadamente a amado. Además, Garcilaso crea una lengua
poética, caracterizada por el equilibrio, la naturalidad y
la armonía.
Personalmente, creo que este poema
de Garcilaso está lleno de un gran contenido espiritual al
igual que de paisajes exóticos en los que el dolor se pierde
locamente. El hecho de que utilice el pretérito imperfecto
como método para dar un espacio de tiempo mayor a la escena,
hace que el sentimiento de dolor esté mucho más presente
tanto en el sufrimiento del protagonista como en el del
lector. Mi valoración subjetiva del poema quiere remarcar la
belleza con la que transmite el sufrimiento y el verdadero
amor.